domingo, 7 de febrero de 2010

Work in progress

y ademas me ha salido un aprendiz!

lunes, 1 de febrero de 2010

Cronicas del Podenco Blanco, Castell de Capdepera

 Al amanecer del veinte de diciembre del año de nuestro señor de dosmil nueve, el castillo de Capdepera permanecia tranquilo, ajeno a la visita que le aguardaba tan solo unas horas más tarde.


Tras ampliar su hueste y consagrarse como compañia de armas en la hermita D´es Puig de Maria, La Compañia del Podenco Blanco busca asentar su fueros en el Castillo de Capdepera.



Presto y sin no mas de algún que otro percance, La Compañia, con el estandarte de la cabeza de can encabezandola, flanqueo las puerta del castillo sin demasiada oposición. Una vez dentro, buscando lugar para plantar su enseña y posicionandose los caballeros para montar guardia, un desconocido llego enarbolando un estandarte conocido por la compañia. El pendón del Regne de Mallorques.



El desconocido se presentó como el Señor de Moncadas, fiel a los Reyes de Mallorca y presentó sus respetos a la compañia, formulando la petición de unirse a la mesnada.
La fortaleza se inspeccionó, en busca de los mejores puestos defensivos, se presentaron respetos y plegarias en la capilla.



Tras la ronda y organizando el Capitán las guardias pertinentes, la compañia acampó a la sombra de los muros, vigilando la puerta de Jaime I y así disfutamos de un merecido agape y una mejor conversación.



Calmados los apetitos y recuperadas las energias, El Capitán, Joan Bauça, ordenó probar la valia con acero del señor de Moncadas. Mandó armar a su Alferez para probarle.



El Alferez Fulquet Bauça recibió orden de dar tregua y así lo hizo, para ser nobel, el señor de Moncadas no se defendió mal, incluso logró colar alguna estocada, dando así  fé de su noble linage.
















Tras horas de entrenamiento, será un hombre de armas más, ánimo señor de Moncadas.


Las damas de la compañia observarón atentas la sucesión de combates, así como los entrenamientos con vistas a la algarada de Ciutadilla, a la cual el Podenco enviará una avanzadilla. Formaciones contra arqueros, maniobras "anti lanceros", polvo, sudor y acero, risas y mucho ejercicio.


Y como viene siendo costumbre, nuestro Capitán se dejo la piel en los entrenamientos....


Finalizados los combates, la compañia se dispuso a retirar de las almenas su estandarte.





Finalmente, los hombres y mujeres de la compañia se dispusieron a marchar de la fortaleza, de regreso, hacia su nueva andadura.



Fulquet Bauçá, Alferez de la Compañía del Podenco Blanco.